domingo, 30 de diciembre de 2012

Cumpliendo Metas


  http://npaper-wehaa.com/elplaneta#2012/12/28/?article=1772440

Cumpliendo Metas

Con el nuevo año todos tenemos metas que queremos cumplir. La lista para algunos va desde cambiar de trabajo, bajar de peso y comenzar a estudiar; hasta dejar de fumar, mudarse y comenzar una familia. Sin embargo muchas veces esos sueños no se llevan a la práctica o quedan a medias, aunque en un comienzo nos sintamos completamente listos para alcanzarlos. La realidad es que son pocas las personas que logran cumplir todos sus objetivos o por lo menos algunos de ellos. ¿Cuántas? ¿Y cómo lo logran?

El británico Richard Wiseman, catedrático para la comprensión pública de psicología en Gran Bretaña, llevó a cabo un estudio con 5,000 personas para analizar cuántas lograban cumplir sus metas, y al parecer sólo un 10% lo consiguió. Wiseman determinó que estas personas tenían 5 cosas en común que les ayudaron a tener éxito a la hora de conseguir que su meta se haga realidad y aquí están sus técnicas:

• Separa tus objetivos en una serie de sub-metas claramente especificadas y que se puedan realizar poco a poco.

• Forja tus propuestas de forma concreta, escríbelas en un diario, ponlas en tu computador, haz un esquema pero ten una ayuda visual y clara a la que puedas acudir.

• Recuerda constantemente los beneficios y ganancias que alcanzar estos objetivos y metas traen a tu vida y enfócate en el aspecto positivo de los mismos. · Comenta tus planes con amigos, familiares y colegas. Gente que pueda ayudarte a medir tu progreso y que te apoye. Esto nos ayudará a atenernos más lo prometido.

• Recuerda recompensarte cada vez que alcances una sub-meta.
Además es importante tener en cuenta que algunos de los principales problemas que causan que la gente no alcance sus metas son:

• La meta está mal planificada, o sea, es algo demasiado grande que queremos alcanzar en muy corto tiempo, es ambigua, o no es realista.

• No somos objetivos y a veces nos llenamos de metas y queremos lograr mil cosas al mismo tiempo, cuando es mejor concentrarse en una o dos metas a la vez.

• Tenemos una meta que realmente no deseamos y quizá la desean “otros.” Inconscientemente no es importante para nosotros mismos y por eso no la cumplimos.

• Nos falta substituir diálogos positivos y optimistas por los negativos durante el proceso. Por ejemplo es mejor decir: “Estoy bajando de peso poco a poco” en vez de “No bajo de peso rápido”. 

• No contamos con los recursos económicos, físicos, emocionales o de tiempo adecuados para alcanzar nuestros objetivos, y esto es indispensable para la planeación y la ejecución efectiva de nuestras metas.

Algunos profesionales creen que en ciertas ocasiones la gente teme el cambio pues este nos aleja de lo que ya conocemos y de donde de alguna forma nos sentimos tranquilos y cómodos. Por lo tanto es importante tener claro qué es lo que realmente queremos lograr con nuestras nuevas metas y hacer cambios metódicos recordando que Roma no se construyó en un día.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cuando la Navidad casi desaparece

Para aquellos que celebramos la Navidad es difícil imaginarnos nuestras vidas sin ella; sin embargo en varias ocasiones la Navidad fue prohibida y estuvo a punto de desaparecer en los Estados Unidos e Inglaterra. Gracias a la intervención de personas comunes, artistas y políticos, la Navidad sobrevivió en estos países y ahora se celebra en muchas partes del mundo, y aunque en general la fiesta es muy parecida en todas partes, en cada lugar tiene diferentes características que la hacen aún más interesante.
La Navidad peligró durante la reforma protestante en 1647 en Inglaterra, pues fue calificada de fiesta pagana y prohibida por iglesias protestantes. Parte del pueblo inglés demostró su descontento con la prohibición tomándose ciudades importantes. Solamente 13 años después, durante la Restauración se puso fin a la prohibición de la Navidad; sin embargo varios miembros del clero reformistas continuaron opacándola.

Durante la época colonial los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad e incluso la consideraron ilegal en Boston de 1659 a 1681. Por suerte en Virginia y Nueva York la mayoría de las personas siguieron celebrándola y mantuvieron viva la tradición en el continente. Sin embargo, después de la revolución americana la Navidad casi cayó en desgracia en los Estados Unidos porque era asociada con costumbres inglesas.
Así mismo la Navidad estuvo en peligro de desaparición en Inglaterra por las diferencias sectarias, pero la celebración fue vigorizada gracias a los esfuerzos de escritores y artistas.
En los Estados Unidos lo que definitivamente fortaleció a la Navidad fue que en 1870 el Presidente Ulysses S. Grant declaró esta fiesta un feriado federal en todo el país a pesar de las objeciones de algunos líderes puritanos. 

En la actualidad, la Navidad es sin duda alguna una época de celebración en varios países del mundo con símbolos y tradiciones similares, pero así mismo cada lugar y cultura tiene algo singular que diferencia las festividades. Por ejemplo en Australia el trineo de Papá Noel es jalado por seis White Boomers, o sea por seis canguros. Incluso a veces se habla del Swagman, un hombre que viste ropa de verano y sombrero y hace la distribución de regalos substituyendo a Santa Claus.

En Rusia, país ortodoxo, la Navidad cae el 6 y 7 de enero, y es celebrada con una cena compuesta de 12 platos, uno por cada Apóstol. Antiguamente tenían a San Nicolás, pero el comunismo abolió esta figura religiosa substituyéndola por Ded Moroz (el Abuelo del Hielo) que llega el día de Año Nuevo junto con su nieta Snegurochka, (la niña de la Nieve) a repartir juguetes, pasteles y las famosas muñecas matrioskas. Ellos viajan en un trineo tirado por seis caballos.

Los italianos son visitados el día 6 de enero por Befana, una bruja vieja y fea pero buena, quien se desplaza en una escoba voladora y deja regalos. Según la leyenda los Reyes Magos la invitaron a conocer a Jesús cuando este nació, pero ella al estar ocupada rehusó la invitación y ahora arrepentida vive buscando al Hijo de Dios y deja un regalo en cada casa por si él estuviese allí.

La diversidad cultural y el folklore de cada región han moldeado la Navidad en diferentes partes del mundo. Actualmente la Navidad no peligra como peligró alguna vez, sin embargo las tradiciones de unión familiar, compasión y buena voluntad, que Dickens mencionó en su obra, si parecen peligrar y es importante que nosotros reavivemos el verdadero espíritu de esta fiesta.

sábado, 15 de diciembre de 2012

El Laberinto de las Posibilidades


 
  
 El Laberinto de las Posibilidades

http://npaper-wehaa.com/elplaneta#2012/12/14/?article=1761670

Escoger regalos no es fácil, y aunque uno quisiera creer que al tener más productos, variedad y ofertas todo se simplificará, las cosas pueden complicarse. Tener demasiadas opciones y flexibilidad de cambiar de elección puede ser adverso de acuerdo a varias investigaciones científicas. En este mercado donde hay tanta abundancia de bienes y servicios es fácil obsesionarse por tratar de encontrar lo mejor y es todavía más fácil creer que necesitamos de varias cosas materiales para ser felices. Hay que ser cuidadosos y saber lo que realmente nos brinda alegría y es importante recordar que estas fiestas no son para dar o recibir cosas materiales.

Según un artículo de la revista Scientific American en la actualidad las personas en los Estados Unidos tienen más posibilidades de elección en muchos aspectos de sus vidas que nunca antes. Sin embargo toda esta abundancia de opciones de productos, servicios, empleos y relaciones, entre otras cosas, en vez de traer satisfacción provoca angustia.
Si se amplían las opciones también aumenta la información que debemos obtener y procesar. Uno puede paralizarse al tratar de escoger algo en un océano de posibilidades e incluso acudir por minutos al teléfono inteligente para asegurarse de que se está comprando el mejor producto, al mejor precio. Además, si uno sabe que hay más opciones que no ha analizado esto puede generar ansiedad e incluso estrés. La conclusión del artículo fue que: “Hay buenos motivos para creer que el exceso de opciones contribuye, como mínimo, a la epidemia de infelicidad que se propaga por la sociedad moderna”.


El psicólogo Barry Schwartz ha investigado sobre el tema y escribió Por qué más es menos, donde explica cómo la dramática explosión de ofertas y variedad de productos se ha convertido en un problema en vez de en una solución, ya que en cierto punto tantas posibilidades afectan nuestro bienestar psíquico y emocional.
Aunque la variedad de cierta forma incrementaba nuestra libertad, esta extensa gama de opciones se convierte en una pesada carga para la mayoría de los consumidores, pues los seres humanos tratamos de tomar decisiones racionales evaluando varios aspectos. Sin embargo nuestra capacidad de procesamiento de información no es ilimitada, ni lo es nuestro tiempo. Por lo tanto al tratar de escoger algo mientras más opciones hayan el proceso se volverá más difícil y nos agotará intelectual y emocionalmente.

La realidad es que a veces ni siquiera necesitamos de cosas materiales o de que las cosas salgan tal cual las teníamos planeadas para ser verdaderamente felices, y el psicólogo Dan Gilbert de Harvard University, autor de Tropezando con la Felicidad, ha hecho investigaciones y descubierto que nuestro grado de felicidad no se ve afectado realmente si no obtenemos lo que queremos o si lo perdemos todo puesto que contamos con una especia de “sistema inmunológico psicológico” que nos ayuda a seguir adelante a pesar de que cosas terribles nos pasen. Además Gilbert explica que la capacidad de cambiar de elección es enemiga de la felicidad, puesto que no nos permite enfocarnos en el presente y nos hace gastar energía tratando de determinar si elegimos correctamente o no.

Es importante evitar perdernos en el laberinto de las posibilidades. La practicidad al momento de comprar cosas puede ser más saludable que la búsqueda de algo perfecto, y es mucho mejor cuando nos damos cuenta de que no necesitamos de cosas para ser felices y hacer felices al resto. Es sabio el refrán que dice “La intención es lo que cuenta”, y este no se refiere solamente al hecho de dar sino también de la intención con la que uno vive su vida, pero es difícil de entender esto en un mundo tan materialista.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Depresión Invernal

winterdepression

http://tuboston.com/article-9552-depresion-invernal-consejos-para-combatirla.html

Depresión invernal

Es diciembre en Boston y son las 4:44pm. El aire está frío y no hay rastros del sol a esta hora de la tarde. La oscuridad reina, y los pocos pájaros que quedan en la ciudad duermen. El gélido silencio me hizo recordar cuando mi madre me dijo años atrás que la gente se deprimía más durante el invierno. Ahora lo entiendo, es por la falta de luz.

La depresión invernal o trastorno afectivo estacional es un padecimiento que se da en los meses más fríos cuando los días son más cortos. La presencia o carencia de luz natural influye en la producción de ciertas hormonas, como la melatonina y serotonina, en nuestros cuerpos. Estos químicos regulan nuestro famoso reloj biológico y afectan nuestros ciclos de vigilia y sueño, niveles de energía y estado de ánimo.

Antes de tener luz eléctrica las personas armonizaban sus vidas con el ciclo natural de la luz. Apenas salía el sol y cantaba el gallo se despertaban, y ni bien había oscuridad finalizaban sus actividades. La tecnología ha interrumpido este proceso pero nuestros cuerpos todavía reaccionan normalmente al sol, por lo tanto es entendible que tengamos ganas de dormir si está oscuro. Esto se lo debemos a la melatonina, pues este mensajero químico está directamente relacionado al sueño y se produce en mayor cantidad cuando hay oscuridad. A medida que esta hormona aumenta nos sentimos más cansados y adormilados.

Por otro lado, la serotonina aumenta con la presencia de luz solar. Esta hormona regula el apetito, el ánimo y la energía. Los niveles bajos de serotonina están asociados con la depresión y la baja autoestima. Sin sol la producción de esta substancia disminuye. Por lo tanto las pocas horas de luz natural durante el otoño e invierno, en lugares como Boston que están alejados del ecuador terrestre, pueden causar un incremento en melatonina y una disminución de serotonina y así ocasionar las condiciones perfectas para una depresión, que también depende mucho del estilo de vida que llevemos.

No se alarmen si sienten menos vitalidad durante el invierno, es normal pues nuestra química corporal cambia y pasamos más tiempo expuestos a luz artificial, que no nos energiza como lo hace la luz solar. Sin embargo, estén pendientes de síntomas de una depresión invernal real que hace que uno se vuelva indiferente, no tenga ganas de hacer nada y esté sin energía a pesar de haber descansado y comido. La depresión puede venir también acompañada de falta de sueño, ansiedad, cambios alimenticios, culpa excesiva, negatividad, cambios significativos de peso, falta de placer y hasta pensamientos suicidas. Si la depresión aumenta o es severa es indispensable buscar ayuda profesional.

Aquí hay algunos consejos para evitar caer en una depresión invernal:
  • Aprovechar cuando hay sol y salir un rato de paseo. Los egipcios, griegos y romanos creían mucho en las cualidades terapéuticas del astro-rey, por lo tanto tomaban baños de sol.
  • Levantarse todos los días temprano para aprovechar al máximo las horas de luz. No ir a dormir muy tarde, y tratar de mantener los mismos horarios.
  • Comer una dieta balanceada y evitar azúcares.
  • Practicar algún tipo de deporte o bailar por lo menos 3 veces por semana.
  • Hacer actividades todos los días. Evitar quedarse durante largos períodos solo y encerrado aunque afuera esté frío.
La luz solar influye en múltiples procesos biológicos. Si observamos la naturaleza nos daremos cuenta que casi todos los seres con vida dependen del sol y actúan con relación a este. Nosotros con la vida moderna hemos cambiado las cosas, pero eso no impide que este invierno aprovechemos los días soleados, sonriamos y agradezcamos por esa bella luz natural que revitaliza nuestros cuerpos.