miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cuando la Navidad casi desaparece

Para aquellos que celebramos la Navidad es difícil imaginarnos nuestras vidas sin ella; sin embargo en varias ocasiones la Navidad fue prohibida y estuvo a punto de desaparecer en los Estados Unidos e Inglaterra. Gracias a la intervención de personas comunes, artistas y políticos, la Navidad sobrevivió en estos países y ahora se celebra en muchas partes del mundo, y aunque en general la fiesta es muy parecida en todas partes, en cada lugar tiene diferentes características que la hacen aún más interesante.
La Navidad peligró durante la reforma protestante en 1647 en Inglaterra, pues fue calificada de fiesta pagana y prohibida por iglesias protestantes. Parte del pueblo inglés demostró su descontento con la prohibición tomándose ciudades importantes. Solamente 13 años después, durante la Restauración se puso fin a la prohibición de la Navidad; sin embargo varios miembros del clero reformistas continuaron opacándola.

Durante la época colonial los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad e incluso la consideraron ilegal en Boston de 1659 a 1681. Por suerte en Virginia y Nueva York la mayoría de las personas siguieron celebrándola y mantuvieron viva la tradición en el continente. Sin embargo, después de la revolución americana la Navidad casi cayó en desgracia en los Estados Unidos porque era asociada con costumbres inglesas.
Así mismo la Navidad estuvo en peligro de desaparición en Inglaterra por las diferencias sectarias, pero la celebración fue vigorizada gracias a los esfuerzos de escritores y artistas.
En los Estados Unidos lo que definitivamente fortaleció a la Navidad fue que en 1870 el Presidente Ulysses S. Grant declaró esta fiesta un feriado federal en todo el país a pesar de las objeciones de algunos líderes puritanos. 

En la actualidad, la Navidad es sin duda alguna una época de celebración en varios países del mundo con símbolos y tradiciones similares, pero así mismo cada lugar y cultura tiene algo singular que diferencia las festividades. Por ejemplo en Australia el trineo de Papá Noel es jalado por seis White Boomers, o sea por seis canguros. Incluso a veces se habla del Swagman, un hombre que viste ropa de verano y sombrero y hace la distribución de regalos substituyendo a Santa Claus.

En Rusia, país ortodoxo, la Navidad cae el 6 y 7 de enero, y es celebrada con una cena compuesta de 12 platos, uno por cada Apóstol. Antiguamente tenían a San Nicolás, pero el comunismo abolió esta figura religiosa substituyéndola por Ded Moroz (el Abuelo del Hielo) que llega el día de Año Nuevo junto con su nieta Snegurochka, (la niña de la Nieve) a repartir juguetes, pasteles y las famosas muñecas matrioskas. Ellos viajan en un trineo tirado por seis caballos.

Los italianos son visitados el día 6 de enero por Befana, una bruja vieja y fea pero buena, quien se desplaza en una escoba voladora y deja regalos. Según la leyenda los Reyes Magos la invitaron a conocer a Jesús cuando este nació, pero ella al estar ocupada rehusó la invitación y ahora arrepentida vive buscando al Hijo de Dios y deja un regalo en cada casa por si él estuviese allí.

La diversidad cultural y el folklore de cada región han moldeado la Navidad en diferentes partes del mundo. Actualmente la Navidad no peligra como peligró alguna vez, sin embargo las tradiciones de unión familiar, compasión y buena voluntad, que Dickens mencionó en su obra, si parecen peligrar y es importante que nosotros reavivemos el verdadero espíritu de esta fiesta.

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