viernes, 14 de junio de 2013

Información, privacidad, tecnología e informantes



 
El tema de la privacidad y seguridad nacional es muy delicado y tal vez tan complejo como la frase que el ex-secretario de defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, alguna vez usó: “Hay cosas que sabemos que sabemos. También sabemos que hay hechos desconocidos conocidos; es decir, sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero hay también hechos desconocidos que desconocemos, aquellos que no sabemos que no sabemos”.

En pocas palabras, mientras más información uno pueda obtener de alguien o algo, más control se puede tener sobre la situación y esto brinda ventajas. No conocer algo es una desventaja y un peligro, y de una forma Rumsfeld se refería a eso con la última parte de la frase. En el caso del gobierno, es imperativo para este velar por la seguridad nacional y por lo tanto se vale de varios métodos para obtener y administrar todo tipo de información y descubrir lo impensable. El problema surge cuando los ciudadanos dudan sobre en qué se está usando realmente esta información y qué tan efectivos y beneficiosos son para la sociedad estos métodos de recolección de inteligencia.

También queda la duda de si hay transparencia en las acciones o resultados obtenidos. No habría problema si el gobierno fuese una entidad indepen diente e incorruptible, el problema radica en que “el gobierno” está compuesto por seres humanos con virtudes y fallas, y muchas veces estas personas pueden estar ligadas a intereses de grupos o tener su propia agenda.

Los medios de comunicación y los informantes a través de la historia han servido para crear un balance y para controlar las actividades del gobierno y sus subcontratistas, y esto ha servido para enmendar leyes, provocar cambios y analizar más detenidamente el rol de ciertas estipulaciones y gobernantes. Asímismo para revisar y regular la seguridad nacional, el espionaje, control de tecnologías y los derechos y libertades de las personas. Por lo que no es del todo malo tener este tipo de “vigilantes” y diseminación de información. Sin embargo, es nuestro deber como seres humanos, residentes y ciudadanos demostrar nuestra postura con respecto a estos acontecimientos y hacer valer y respetar los derechos y libertades que creemos son indispensables para nosotros. 

Mark Felt, quien fue agente del FBI, invoca las dos caras de la moneda: la de denunciar al gobierno como informante filtrando información a periodistas, y la de procurar seguridad nacional como parte del gobierno. Por un lado Mark Felt desenmascaró las actividades del Presidente Richard Nixon en el escándalo de Watergate, por lo que se lo conoció como “garganta profunda”. Por el otro, tiempo después Mark Felt ordenó allanamientos ilícitos a una casa de activistas que se creían relacionados a la organización Weather Underground, violando así los derechos civiles de estas personas. 
 
Felt dijo: “No reaccionar en contra de estas personas y saber de los bombardeos de antemano sería simplemente poner los dedos en los oídos para proteger los tímpanos mientras la explosión ocurre y luego comenzar la investigación”. Al mismo tiempo admitió que quizá él era un “chivo expiatorio” para la agencia, demostrando así que quien tiene toda la información, tiene el poder.

De cualquier manera Felt justificó sus acciones pues para él moralmente protegían a la mayoría o lograban el bien superior. Y es aquí donde se entra en el tema ético si el fin realmente justifica los medios, y pues por supuesto habrá siempre mentes maquiavélicas que dirán que sí sin importar las circunstancias, mientras otros se opondrán, creando así un balance y control orgánico.

En este mundo que es tecnológicamente más complejo y avanzado que antes, la línea que divide la privacidad y derechos de las personas y la que vela por la seguridad nacional y la prosperidad al parecer es más gris y borrosa que nunca, pero así mismo ahora contamos con más fuerza y rapidez para alzar nuestras voces y luchar por lo que creemos justo y ético para nosotros y para otros. Este tema es muy complejo y por eso mismo debe ser analizado y vigilado detalladamente, y ahora tenemos esa oportunidad.

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